El actual frontón de Izarra, diseñado a finales de los 70, ha sido y es un enclave estratégico para los vecinos y vecinas, pero era necesaria una profunda renovación del mismo. A través de un proceso participativo, usuarios/as del mismo, ciudadanía, agentes sociales y niños y niñas de la localidad han puesto en valor la importancia del mismo y han concluido en qué la mejor opción es la de derribar el actual edificio y construir uno nuevo. De la misma manera, el proceso de participación ha definido también la relación ideal del equipamiento con los edificios colindantes y entorno circundante, y la necesidad de la inclusión de nuevos servicios en el edificio.

El proceso participativo, denominado Izarra frontoira! y coordinado por la empresa Hiritik At, ha contado con diversas fases: una previa de diagnóstico que ha incluido sesiones sectoriales con usuarios/as, trabajadores/as, mujeres, asociaciones y agentes locales, Gaztetxokos, niños y niñas; sesiones abiertas con la ciudadanía; encuestas digitales; y reuniones con el grupo motor.

Posteriormente, se han analizado las dos propuestas definidas, en sesiones abiertas, reuniones con el grupo motor y también con el grupo municipal. Ambas propuestas recogían realizar una obra nueva, descartando la rehabilitación del edificio: la primera, manteniendo la misma cota y volumen y manteniendo las paredes del frontón; y la segunda, derribando el edificio en su totalidad para así contar con mayor flexibilidad y acoger, de esta manera, espacios de mayor volumen. Finalmente, la propuesta elegida ha sido la segunda.

El nuevo edificio contará con dos accesos –desde la plaza y desde el Ayuntamiento-, un gimnasio amplio, se cuidará la relación con la plaza, se mantendrán los espacios verdes, se habilitará espacio para carga y descarga, se facilitará la accesibilidad del entorno y se diseñará de forma intuitiva; y finalmente, se cuidará el espacio público circundante, ayudado por fachadas traslucidas. Además, se estudiará la posible creación de una cubierta hacia el Ayuntamiento.

Los costes estimados de la ejecución serán los siguientes: demolición 115.000 euros; construcción del edificio 2,4 millones de euros; y urbanización 360.000 euros. El total de la obra ascenderá a un total de 2.875.000 euros.